¿Móvil-dependientes?

Hoy en día todos cargamos con un teléfono celular y, ya sea en la cartera o en el bolsillo, se ha vuelto parte de nuestra vida cotidiana. De alguna forma u otra el teléfono es ahora nuestra agenda, en él se encuentran todas las personas que conocemos: sus números, sus emails, etc. Si lo olvidamos un día en casa nos sentimos incompletos y si lo perdemos creemos que con él se fue también nuestra vida social. Es cierto que ha sido un gran avance de la tecnología, que nos es extremadamente útil y que hoy nos ofrece grandes ventajas como estar conectado las 24 horas o conseguir una respuesta en minutos. Sin embargo, también encontramos en este aparatito considerables desventajas.
                                                                    Foto: Adarga Antigua
Es necesario mencionar que en los blackberry se da la convergencia digital. Un dispositivo creado con el único fin de facilitar las comunicaciones, como lo es el teléfono celular, se ha transformado de una manera extraordinaria para darnos una variedad de funciones distintas a las tradicionales; pasamos de llamar y recibir llamadas a estar permanentemente conectados al internet. Esto es parte, además, de una renovación cultural que ya viven las recientes generaciones; en especial los "nativos digitales", que "nacieron en la era digital y son usuarios permanentes de las tecnologías con una habilidad consumada. Su característica principal es sin duda su tecnofilia. Sienten atracción por todo lo relacionado con las nuevas tecnologías. Con las TICs satisfacen sus necesidades de entretenimiento, diversión, comunicación, información y, tal vez, también de formación" explican Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo, Manuel Benito de la Universidad de País Vasco en su trabajo titulado Nativos digitales y modelos de aprendizaje. Hoy tenemos el blackberry y dentro de él la posibilidad de leer nuestros mails, escuchar música, tomar fotos, acceder a redes sociales, etc. El problema más grande es que creemos que esto es necesario; que unificar las funciones de la televisión, la computadora, la radio y cualquier otro instrumento de utilidad en uno es vital, tener todo a la mano se vuelve imprescindible y nos olvidamos, quienes lo hemos vivido, de cómo hacíamos las cosas antes de la creación de estos dispositivos.



Lo cierto es que, es posible volverse adicto a los teléfonos móviles, sobre todo aquellos que son como los blackberry, pues ofrecen una variedad de entretenimientos. Aquí el problema es la conducta del usuario, ya que de éste depende la cantidad de tiempo que utilizará el dispositivo y los ya mencionados <<nativos digitales>> son mucho más propensos a este tipo de conductas por haber crecido expuestos a esta tecnología. El abuso de este aparato puede llevar a la persona a dejar de realizar otras actividades como son las responsabilidades del colegio, las de la universidad o las del hogar, la lectura recreativa, etc. 
Los adolescentes son los grandes protagonistas de estos problemas. Al inicio pasan una parte de su tiempo libre utilizando las aplicaciones que ofrece el blackberry y sin darse cuenta en un momento dejan de hacer otras cosas que son de importancia en sus vidas para mantenerse conectados. La etapa de la adolescencia es una de grandes cambios y decisiones, donde se presentan constantes dudas que hacen de los jóvenes el objetivo perfecto para la publicidad. Aquí entran las compañías que venden objetos como el blackberry, que deja de ser un teléfono para volverse un símbolo de estatus, de poder adquisitivo y que se torna popular a tal punto de que quien no tenga uno probablemente se vea alejado del grupo que sí lo tiene.

La psicóloga  Minervala Cázares, mexicana experta en adicciones, advierte que la adicción al uso de teléfonos inteligentes puede ser igual o peor que aquel del consumo de drogas o alcohol, esto debido a que se trata de un comportamiento que es aceptado por la sociedad y por lo tanto puede ejercerse libremente. Su uso excesivo puede menoscabar las relaciones personales, y como ya se ha mencionado antes, afectar el rendimiento académico, laboral e incluso es responsable de gran cantidad de accidentes. Al abuso de este aparato conlleva a cometer más errores en actividades no relacionadas con el uso del blackberry, incrementa los problemas familiares por la falta de comunicación, dificulta las relaciones amorosas, aumenta las infidelidades, los problemas de estrés aumentan, se altera el sueño y si aumentamos los problemas físicos tenemos que el uso excesivo de smartphones causa deterioro de la vista y el oído.

 La doctora Cázares nos comenta que un adicto “lo primero y lo último que hace en el día es revisar el celular y presionar, en forma compulsiva, las teclas para verificar si sonó”, aquellos que tienen este problema viven pegados a sus teléfonos y esperan con tanta ansiedad que los contacten que muchas veces tienen la sensación de que suena o vibra cuando, en realidad, no lo hace.
La psicóloga nos explica que un factor clave de la adicción es la presión social que se da por la necesidad de aceptación que presentan muchos adolescentes. Quieren sentirse importantes y buscan constantemente conseguir un mayor grupo social; además, son más propensos a estas adicciones aquellos que tienen una baja capacidad para relacionarse cara a cara con otros, por lo que prefieren mantenerse conectados a convivir con los demás. 
Para evitar o disminuir la adicción al uso de teléfonos móviles revisa nuestro decálogo de ayuda con el uso del Blackberry






  • Comunicar. Nuevos medios de comunicación: cibermedios y medios móviles. Consultar<http://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=revista&numero=33>. 

  • Nativos e Inmigrantes digitales, Alejandro Piscitelli, Revista Mexicana de Investigación Educativa, enero 2006. Consultar <http://www.comie.org.mx/documentos/rmie/v11/n28/pdf/rmiev11n28scB04n01es.pdf>

  • Nativos digitales y modelos de aprendizaje, Felipe García, Javier Portillo, Jesús Romo, Manuel Benito. Universidad de País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) Consultar <http://ftp.informatik.rwth-aachen.de/Publications/CEUR-WS/Vol-318/Garcia.pdf>
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